martes, 4 de mayo de 2010

Es muy tarde...

Después de correr unos segundos abrí una puerta al azar y al ver quién estaba dentro un sensación de frustración, miedo y tristeza me inundaron completamente…
El mismo hombre que me había ofrecido un trato sólo para luego romperlo, estaba allí de pie, con aspecto arrogante
Arnold Stwart. Tan repentino como una corriente de aire, recordé su nombre.
- No – murmuré, mientras sentía como las lágrimas escocían mis ojos.
Sentí de mis dedos casi resbalaban las jeringas.
Por primera vez me sentí completamente vulnerable y desnuda.
Arnold, estaba allí; parado con una expresión arrogante en su rostro, sonriendo de tal manera que sus ojos flameaban por la emoción del momento y alrededor de su boca se formaban pequeñas arrugas.
Junto a él estaba un hombre, de unos dos metros de alto, fornido. Portaba con orgullo cicatrices de guerra en la cara. Supuse que era el guarda espaldas o algo parecido.
Mi corazón se sacudió al ver la segunda parte de la imagen: Era Matt, aún recostado en esa incómoda camilla. Su pecho subía y bajaba violentamente y los párpados de sus ojos cerrados temblaban.
Quería despertar.
Las lágrimas presionaron en un intento de salir. Me mordí el labio inferior tratando de evitarlo.
- No sé por que esperaba otra cosa de usted – el Sr. Stwart rompió e silencio con su voz rasposa – un año de vigilancia deberían de bastar para conocerla mejor.
¿Un año?¿de..vigilancia?. Un nudo se hizo en mi estómago.
- ¿Qué?, ¿creía que la íbamos a dejar ir sólo por buena gente? – dijo él. Unos segundos después comprendí que lo había dicho en voz alta – Nos interesa ver como se desarrollan en sociedad siendo… superiores.
El nudo de mi estómago se vió remplazado por una repentina oleada de furia. Di dos pasos hacía él pero el martilleo de la pistola lista para disparar, me detuvo súbitamente.
- Impulsiva, orgullosa. Esa no son precisamente cualidades de ayuda en estos momentos; pero son la que la dominan es ¿cierto? – dijo Arnold.
Lo odiaba. Por que tenía razón, por que me conocía más de lo que yo pensaba, por que tenía a … Matt.
- Me gustaría hacer un trato con usted, pero, ya ah tratado de huir antes, así que sólo me queda una cosa por hacer…
Desvió su mirada de mí, para posarla sobre Matt, quien seguía teniendo ese aspecto terriblemente frágil.
Noté en él la decisión; esa determinación con la cual ponía la pistola cargada sobre la sien de Matt…
Quería gritar, quería correr y detenerlo; pero mi cuerpo parecía no comprender aquellas ordenes. Estaba paralizada por el pánico y la adrenalina.
Cerré los ojos y dejé las lágrimas caer, era lo más que podía hacer.
No sé por qué dicen que tienes roto el corazón, si se siente que tienes roto todo el cuerpo.
Me odiaba, por haber sido tan débil y por haber puesto a Matt en riesgo. Y por que ahora por mi culpa lo iba a perder por siempre.
Un fiero gruñido traspaso todo el caos de mi mente, haciéndome abrir los ojos de golpe.
La imagen había dado un giro de 180°.
El hombre fornido era ahora quien sostenía la pistola, pero no sobre la sien de Matt, si no sobre la de Arnold, quien tenía las manos aferradas al gigantesco brazos que lo apresaba por el cuello.
- ¿Cómo te atreves? – gruñó Arnold.
- Estoy harto – siseó él – harto de que me trates sólo como un objeto de protección.
El Sr.Stwart pareció no saber qué responder.
- Vamos niña – dijo el hombre dirigiéndose a mí – sálvalo.
Movió su cabeza en dirección a Matt y enseguida entendí a que se refería.
Sujeté con fuerza las jeringas y crucé la habitación lo más rápido que pude, hasta llegar a la camilla de Matt.
La pobre luz que iluminaba el cuarto, le daba a la piel de Matt una apariencia apergaminada. Su frente estaba perlada de sudo frío y los cabellos se le pegaban a la frente. A pesar de su cuerpo estar tan demacrado, sus labios seguían siendo carnosos y rosados. Por un momento me ví tentada a probarlos, había pasado tanto tiempo…
Mat tuvo un acceso de tos y volví a la realidad.
- Lo siento – le susurré y después hundí una de las jeringas en su brazo.
Pasaron unos segundos y no veía ningún progreso, al contrario, parecía aún más tranquilo que antes…



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¡No me maten! Por favor D:

miércoles, 10 de marzo de 2010

Bragas de Panquecitos.

Ellos me habían mentido, me habían enredado en este extraño juego sólo para no dejarme salir.
No, no lo podía permitir. Ni por mi, ni por Ari, ni por … Matt.
Traté de dejar el pánico y la ira de un lado para concentrarme en que iba a hacer. No tenía mucho tiempo, eso era obvio; tenía que actuar rápido antes de que terminaran de matarme.
Abrí mis ojos y una luz cegadora me dio directo en los ojos. Por reflejo, me encogí en mi camilla y ésta rechinó. Recé por que nadie lo hubiera escuchado, y por suerte así fue. Con extremo cuidado me senté a la orilla de mi camilla, e intenté apoyarme de uno de los brazos que estaban en los costados de la vieja camilla, sólo para causar más desastre. Al parecer ese extraño experimento me había dejado un poco descortinada y sin mucho control de mis extremidades, por lo cual al tratar de posar mi mano sobre el tubo de metal ,que se suponía ser un brazo, calculé mal la distancia y trayectoria, lo que causó que todo el material médico que estaba colocado sobre una mesita movible, se viniera abajo; rompiendo frascos y regado demás cosas por todo el suelo.
Esta vez no tuve tanta suerte.
Una enfermera entró alarmada por tanto ruido y al verme, la cara se le puso pálida como la cal y sus ojos se abrieron de espanto -¿Qué tan mal me veía?- para después salir corriendo de la habitación.
No se escuchó ninguna sirena de alarma o alguna cosa por el estilo, como aparece en las películas, pero no dudé en que alertaría a las demás personas.
Sabía que ahora sí estaba en problemas. Bajé las piernas y empecé a caminar tambaleante. Algo en el piso llamó mi atención: un paquete de tres jeringas con un líquido blanquizco en ellas, supuse que era el antídoto para la enfermedad que amenazaba con matarme. Al ver la gigante aguja, un escalofrío me recorrió por la columna. Me dije a mí misma que no tenía tiempo para dudas, y sin pensarlo, traspasé mi piel con la aguja y la apreté hasta que se hubiera vaciado. Al entrar ese extraño líquido a mi cuerpo, una especie que ardor me quemó.
Pasé con cuidado sobre los pedazos de cristal roto y al verme los pies descalzos me dí cuenta de que no traía otra cosa más que mi ropa interior y una incómoda bata de hospital. Maldije por lo bajo y no tuve más remedio que intentar que no se viera mi trasero y mis bragas de panquecitos.
Traspasé el umbral de la puerta y volteé para ambos lados, lo que ví hizo que una sensación de pánico se estacionara en mi pecho; más de diez puertas de cada lado, todas iguales, pero que conducían a distintos sitios. ¿Cómo se supone que iba a encontrar a Matt?.
Giré a la derecha y pasé dos puertas que descarté, ya que tenían unas ventanas de cristal, y lo único que se veía eran unas extrañas máquinas.
Seguí corriendo y dejé que me llevara mi intuición, mientras rezaba por que esta no se equivocara. Después de correr unos segundos abrí una puerta al azar y al ver quién estaba dentro un sensación de frustración, miedo y tristeza me inundaron completamente…




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Lo siento si es poco, pero que´ría dejarlas con la intriga ^^

jueves, 11 de febrero de 2010

Acepto.

Me senté en la pequeña silla frente el escritorio, y noté que el autor de mis pesadillas , en vez de sentarse en la silla de gran respaldo; se situó tras de mí, mientras que con gesto pensativo mientras miraba por la pequeña ventada dijo:
- Se están muriendo. Y lo sabe.
La afirmación me tomó por desprevenida, aún así, creí saber a quienes se refería.
-Mejorarán – aseguré, mientras recordaba la repentina mejoría que Ari y yo tuvimos.
-Cierto, mejorarán… pero sólo para volver a empeorar. Justo lo que le sucederá a su amiga Ariana, al chico de la camilla y a usted.
Una sensación de pánico me ahogó y miles de preguntas se empezaron a arremolinar en mi mente. Al parecer nos tenían mucho más controlados de lo que pensaba, y comprendí que haber dejado mi antigua vida casi perfecta atrás, no había servido de mucho.
-¿En verdad creyó que iban a desaparecer de nuestro sistema?—dijo al ver mi cara de pánico – Eso es prácticamente imposible – dijo con una risa.
- ¿Para que me quiere? – dije apretando los dientes.
- Bien, usted fue una de las primeras sobrevivientes – se me puso la piel de gallina al escuchar la última palabra – así que en su sistema inmunológico está la clave a nuestro problema de muertes prematuras después del experimento.
- ¿Y por qué a mí?.
-La vida de su amiga Ariana y la suya misma, está en juego. – me recordó, ignorando m
-¿Que pasa si me rehúso? – dije, lo más fría que pude.
Pensé en algunos planes de escape, pero inmediatamente que los descarté, ya que seguramente, este lugar estaría mucho más vigilado que la mismísima Casa Blanca.
-No tiene opción, y creo que lo sabe. – tenía razón, y eso era lo que me hacía más enojar.
Apreté los puños sobre los brazos de la silla en la que estaba sentada, tratando de mantener el control de mi misma. Si tenía alguna cualidad, definitivamente, no era el control de mi temperamento.
Respiré profundamente un par de veces y por unos minutos pensé que posibles saldría tendría esto, y ninguna era muy esperanzadora que digamos.
-Acepto. Pero con una condición. – dije al fin.
Él se limitó a reírse lo que había dicho y yo traté de no explotar de ira.
-No está en posición de negociar pero, adelante, la escucho.
Inhalé profundo.
-Me hará esa operación o lo que tenga que hacerme para sacar su antídoto, pero, tendrá que dejar libre a alguien que yo escoja.
Pareció meditarlo durante unos segundos.
-Le tengo una mejor oferta: Deja que le hagamos el procedimiento y aparte, usted será nuevamente el sujeto de prueba de otra de nuestras innovaciones. – dijo con una sonrisa arrogante.
“Innovaciones” repetí en mi mente. Y aunque sentía que hervía por dentro logré controlarle y pensar claramente.
Si aceptaba, salvaría a Matt, y probablemente a Ari. Salvaría dos vidas.
Sabía que a ellos no les importaba mi vida, y que si moría en esa “innovaciones”, probablemente no cumplieran con su palabra. Tal véz me arriesgaría en vano.
Pero el que no arriesga no gana…
-Acepto – dije con pesar.
-Supongo que no tengo que preguntar a quién elegirá. – dijo un tanto divertido.
- Al parecer no.




Sentía que me dolía todo, incluso los huesos y la camilla dura de hospital no ayudaba en mucho a sofocar el dolor.
Escuchaba todos los sonidos a mi alrededor con muchísima más claridad que antes.
Las agujas que habían traspasado mi piel, inyectando un líquido blanquecino – lo cual era parte de su innovación - , me habían dolido menos de lo que ahora me dolía todo el cuerpo. No sabía si la nueva agudeza de mis sentidos era debido a eso.
A través de mis párpados cerrados sentí que alguien ponía una resplandeciente luz junto a mí. Y aunque mi reacción instintiva sería apartarme, pero por alguna razón sentía que mi cuerpo pesaba una tonelada y a penas podía respirar. Tal véz era uno de los efectos secundarios.
- ¿Le inyectamos el antídoto señor? – preguntó la voz de una mujer cerca de mí.
- No. – contestó alguien que parecía mandar allí, después reconocí que era quien me había propuesto esto - No creo que despierte así que, déjela morir.
“Déjela morir”. Las palabras resonaron en mi interior con tal intensidad que me hicieron sentir aturdida.
Trataba de procesar lo que había dicho. ¿me iban a dejar morir?, en ese caso ¿Matt se iba a quedar atrapado aquí al igual que yo?. El pánico fue creciendo más y más dentro de mi pecho.
Ellos me habían mentido, me habían enredado en este extraño juego sólo para no dejarme salir.
No, no lo podía permitir. Ni por mi, ni por Ari, ni por … Matt.




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MIL GRACIAS por su infinita paciencias, sé que lo eh dicho mucho, pero la vdd no m canso de repetirlo por que no es más que la pura verdad.
Gracias por su apoyo incondicional [en especial a: danielle♥], me dan motivos para seguir con este blog ^^
p.d: lo siento si es pequeñin el cap

jueves, 28 de enero de 2010

Cambio de Planees

Bueeh!. eh estado leyendo sus comentarios y noté que muchisimas están clavadisimas con la hisotria, y aunque no seguirá, tendrá un final. Me podré a escribir unos 5 capitulos o algo asi para ponerle un buen fin, ya que había pensado en uno trágico. Xd pero cambié de opinión XD hahaha.
Gracias por su apoyo!!!!!! Las amo ^O^ haha

Ayer estaba escombrabdo mi mocila de la escuela y entre pedazos de galleta aplastada, envolturas de dulces, exámenes reprobados y papeles inservibles me encontré con un escrito que había hecho el sementre pasado en la clase de Lectura y Redacción, los releí y decidí publicarlo ^^.
Se trata sobre ¿qué pasaría si los Cullen y todos en Crepúsculo vivieran en un mundo cuerdo y en la época de mil novecientos y algo XD?. Por fa no roben la idea! XD

Bueh, aquí se los dejo:







Las suaves notas musicales salían por el gran ventanal de la casa de los Cullen; el dueño era el famoso doctor Carlisle Cullen, quien era jefe de médicos en el pequeño hospital de Forks.
Una joven de tez rosácea estaba acostada sobre la húmeda hierba del jardín trasero, al cual se había metido furtivamente.
No era la primera vez que ella visitaba esa casa en busca de la melodiosa música. Siempre había tenido curiosidad de saber quién era el autor de aquellas bellas melodías, pero era demaciado tímida como para presentarse en la puerta o siquiera, asomar la cabeza por el ventanal - el cual de unos días a la fecha había estado abierto de par en par-.
- ¡Hola! - Una aguda voz interrumpió el hilo de pensamientos de la chica de tez reosácea y ojos colo chocolate.
Una jovencita, al parecer de la misma edad de la de ojos color chocolate, estaba asomada por el ventanal, con una amigable sonrisa que le iluminaba el rostro.
Sus facciones eran tan finas, que llegaba a parecer un duendecillo; su cabello era para nada conservador, que lo llevaba pequeño y con puntas disparadas hacia todos lados y era de un color tan negro como la obsidiana.
- ¡Hola! - volvió a repetir, al ver que la chica que estaba fuera estaba en estado de shock.
- Lo-lo siento - alcanzó a murmurar la otra, para después salir corriendo en dirección a la salida...

Bella's POV
- Lo-lo siento - murmuré antes de salir disparada hacia la puerta que conducía a la calle.
Por mi nerviosismo no me fijé que había unas piedras en el camino y como era de esperarse, me tropezé con ellas, raspándome las rodillas y enuciandome los zapatos de lodo.
Por suerte pude llegar en una pieza a la acera, mientras el corazón me latia aceleradamente y fluía la adrenalina por mis venas.
"¿Quién será el que toca el piano?" me pregunté, una vez más.
Caminé hasta mi casa y entré a hurtadullas por la puerta del aptio trasero y me dirijí directamente a la cocina, p'ara intentar limpiarme el lodo de la falda color amarillo pastel.
- ¡Isabella Swan! - la voz de mi madre sonó furiosa tras de mí.
Me giré en redondo lentamente mientras intentaba inventar una excusa.
Reneé estaba que echaba humo.
- Eh .. Hola - dije tímidamente.
- ¡Mira cómo dejaste tu falda nueva!. Fuiste a la casa de los Cullen otra vez ¿cierto?. ¡Te dije terminantemente que no puedes ir allá!. Es propiedad privada. Si a tu padre le reportan algo...
- Mamá, mamá. Tranquila - dije alzando la voz unas octavas - No van a reportar nada, nisiquera me vieron. - mentí.
Mi padre era Charlie Swan, el comisario de nuestro pequeño pueblo. Era amante de la ley ysi se llegaba a enterar de que entré al jardín de los Cullen de forma ilícita, seguramente me envaría a prisión, sin importar que fuera su hija.
- Bella, te dejé un vestido nuevo en tu cama, pruébatelo - me animó al ver mi cara de desánimo - es para la fiesta de tu primo. Recuerda que se va a la guerra y es muy importante que tenga nuestro apoyo. Es dentro de dos días.
"Genial más vestidos!!" pensé sarcásticamente dentro de mí...


Alice's POV
- Déjala de molestarla, Alice - me reprendió Esme en tono dulce.
- No la estoy molestando, sólo quería saludar a la admiradora de Edward - dije mientras me alejaba del ventanal y soltaba una risita.
- Cállate, Alice - dijo Edward mientras se paraba del banco del piano.
Finjí haberme herido por su comentario y logré que lagunas lágrimas falsas rodaran por mis mejillas.
- Está bien está bien. Lo siento. - dijo mientras me abrazaba.
Un sonrisa malévola apareció en mi rostro y las lágrimas cesaron.
- Eres muy mala - agregó.
- Lo sé. - dije con una sonrisa mientras me soltaba de sus brazos y me dirijí a saltitos a mi habitación.
- Espera - dijo Edward, cuando ya había puesto un pie en las escaleras - Por pura casualidad --- ¿Cómo se llama?.
Lo capté al vuelo y una sonrisa triunfante ocupó mi rostro. Presentí, bueno, más buen sabía que Edward lo iba a preguntar.
- Isabella Swan - contesté, mientras simulaba estar distraída.
Al decir su nombre un brillo especial apareció en sus ojos verdes y se ruborizó ligeramente.
"Uh! esto huelo a amor." pensé.
- Era sólo curiosidad - replicó Edward, adivinando mis pensamientos.
- Ajá - respondí, pana randa convencida de que era simple curiosidad.
Subí a saltitos por las escaleras hasta llegar a mi habitación. Saque´unas de mis miles de bosas del armario y metí el dinero que Carlisle me había dado en la mañana para ir de compras. La fiesta de despedida de Edward - el cual se hiba a "servir a la nación" -era en dos días y aún no había decidido que ponerme.
- Alice, Rose ya llegó - me avisó Esme.
Bajé corriendo las escaleras y saludé con un abrazo a Rose, mi próxima cuñada. Elle y mi hermano Emmett regresaban del jardín en donde se iba a hacer su boda.
Les había pedido, mejor dicho, rogado que me dejaran organizar su boda.
Ya me lo imaginaba: delgadas telas vaporosas color miel adornarían las sillas y el altar; flores blanca de todo tipo inundarían el lugar con su delicioso aroma...
- Buenas tardes, Alice - una hermosa voz me devolvió a la realidad.
- Ho-hola Jasper - saludé patéticamente mientras me sonrojaba...

miércoles, 27 de enero de 2010

SE CIERRA HISTORIA! :(


Bueno, como ya lo leyeron en el título la historia de Val's Diary, se cancela.

Antes de epezar a decir: "WTF!!??". Déjenme explicarles mis motivooos:


- Se me hacía muy injusto para ustedes que prometiera, prometiera y tardara AAAAÑÑÑOOOS en volver a publicar

- Sinceramente, tengo tiempo para una sola historia. Esto no quiere decir que la de Renesmee sea mejor (desde mi punto de vista), pero es con la que más me siento apasionada y más inspirada para escribir.

- La inspiración esa algo tan extraño como los extraterrestres. Aveces va, aveces viene; algunas besas es buen plan y se queda a visitarme por un tiempo, pero para al final volver a irse, y nadie puede explicar su existencia (XD).


Puede que para algunas de ustedes estas razones sean de poco peso, pero en verdad, cuando estás de este lado del monitor todo da un increíble cambio de 180° y todo cobra un sentido diferente.


NO LO CIERRO POR QUE SIENTA QUE NO ME APOYAN. ¡Al contrario!, muchas de ustedes han sido fieles seguidoras desde que epmpezé y no se han cansado nunca de mi extraña mente. XD MIL GRACIAS en verdad, todas las palabras que me sé (XD) no bastarían NUNCA para decirles cuan maravillos y extremadamente pacientes son.


Bueh, también otra aclaración es que: el blog en sí no se va a cerrar. Sólo la historia es la que termina sin un final (me duele). Este blog podrá quedarse para contar mis locuras y experiencias. Si quieren seguir leyéndolo, bienvenidas. ^^


Bueno este no es un "adiós", si no un "hasta luego". (haha mi frase toda choteada) XD.



See ya.!!


"Living life inside a dream. Time's changing everything."

Decoy - Paramore.